Y así, después de tanto tiempo, me encuentro en la que ha sido mi casa por un año, delante del ordenador, dedicando unas palabras al blog que completo desde el mismísimo día de llegar a Alemania.
Dedico diariamente un poco de tiempo a mirar a través de la ventana, y observar el barrio de al lado de la residencia, las montañas, y los bosques. De alguna forma, todo parece ser diferente a lo que ya estaba acostumbrado, y el temporal está ayudando bastante.
Ayer, cuando mi familia se marchó, el cielo no ofreció color alguno aparte del gris, hasta que finalmente, por la tarde, cuando el sol se suele ocultar, me sorprendió, porque apareció, eliminando todas las nubes que había a su alrededor, y desde entonces, el cielo se muestra azul con algunos montoncitos de algodón blanco... Me sorprende, porque parece que no va a llover.
Intentando levantarme pronto, lo único que acabo haciendo es apagar la alarma y seguir durmiendo... Llevo casi dos semanas sobre un colchón hinchable, coger una cama de verdad nuevamente ha sido un auténtico placer, aunque no desistiré, e intentaré levantarme mucho más pronto mañana, y quién sabe, a lo mejor dar una vuelta por ahí, pero sin bici.
Estar escribiendo esto sin música de fondo me resulta extraño, así que acabo de poner la banda sonora de la última escena de Lost... Jajajaja, es apropiada para este momento y para estas palabras, a ver si consigo acabar la entrada en los siete minutos que dura la pista.
La última semana debería ser de vacaciones, está claro, pero no es así, ya que todavía hay muchas cosas que hacer... Ayer ya vacié todos los armarios y lo puse todo en las palanganas que tengo. Sí, es lo más parecido a un inventario, además he ido apuntando todas las cosas que dejo en una lista que luego entregaré a Micha.
Tengo que hacer una limpieza a conciencia de toda la habitación, pero es lo dejaré para el último o penúltimo día, y espero que no coja mucho polvo hasta que se la entregemos al Hausmesiter.
Esta banda sonora es una pieza maestra, joder.
Esta mañana fui al ayuntamiento a darme de baja del padrón, más tarde a recargar mi móvil, que no quiero perder los números de mis amigos alemanes, y luego fui a Sparkasse a cerrar mi cuenta y a retirar el poco dinero que quedaba... Estas primeras cosas que se hacen sólo en Alemania...
Finalmente fui a hablar con la Señora Rauscher... Es increíble, ya ha pasado un año... No me lo puedo creer, se lo he comentado a ella, y la verdad es que también se la veía afligida. He tenido muy buena relación con ella, y hoy, aparte de ayudarme a solucionar algunas cosillas, nos hemos sentado a charlar un buen rato, ante nada, sobre mi posible vuelta a Alemania, y que no me preocupase, que todo estaría ahí para cuando decidiera volver. Los amigos, los lugares, todo esperaría mi vuelta en caso de que yo decidiera volver.
Le dije, sin dejar de tratarla de "usted", que para mí era una amiga, y ella riéndose, me dijo, que más bien una segunda madre...
Ahí llega el final de la canción...
Naaaaa, naaaaaa, naaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa.
Maldita obra maestra.
En fin, creo que he cumplido mi objetivo... Todavía tengo que ir al Rechenzentrum para darme de baja, y espero que no me quiten el Internet, porque todavía me queda una semana aquí.
Pablo volverá pronto, según tengo entendido.
En fin, hasta pronto.
Dedico diariamente un poco de tiempo a mirar a través de la ventana, y observar el barrio de al lado de la residencia, las montañas, y los bosques. De alguna forma, todo parece ser diferente a lo que ya estaba acostumbrado, y el temporal está ayudando bastante.
Ayer, cuando mi familia se marchó, el cielo no ofreció color alguno aparte del gris, hasta que finalmente, por la tarde, cuando el sol se suele ocultar, me sorprendió, porque apareció, eliminando todas las nubes que había a su alrededor, y desde entonces, el cielo se muestra azul con algunos montoncitos de algodón blanco... Me sorprende, porque parece que no va a llover.
Intentando levantarme pronto, lo único que acabo haciendo es apagar la alarma y seguir durmiendo... Llevo casi dos semanas sobre un colchón hinchable, coger una cama de verdad nuevamente ha sido un auténtico placer, aunque no desistiré, e intentaré levantarme mucho más pronto mañana, y quién sabe, a lo mejor dar una vuelta por ahí, pero sin bici.
Estar escribiendo esto sin música de fondo me resulta extraño, así que acabo de poner la banda sonora de la última escena de Lost... Jajajaja, es apropiada para este momento y para estas palabras, a ver si consigo acabar la entrada en los siete minutos que dura la pista.
La última semana debería ser de vacaciones, está claro, pero no es así, ya que todavía hay muchas cosas que hacer... Ayer ya vacié todos los armarios y lo puse todo en las palanganas que tengo. Sí, es lo más parecido a un inventario, además he ido apuntando todas las cosas que dejo en una lista que luego entregaré a Micha.
Tengo que hacer una limpieza a conciencia de toda la habitación, pero es lo dejaré para el último o penúltimo día, y espero que no coja mucho polvo hasta que se la entregemos al Hausmesiter.
Esta banda sonora es una pieza maestra, joder.
Esta mañana fui al ayuntamiento a darme de baja del padrón, más tarde a recargar mi móvil, que no quiero perder los números de mis amigos alemanes, y luego fui a Sparkasse a cerrar mi cuenta y a retirar el poco dinero que quedaba... Estas primeras cosas que se hacen sólo en Alemania...
Finalmente fui a hablar con la Señora Rauscher... Es increíble, ya ha pasado un año... No me lo puedo creer, se lo he comentado a ella, y la verdad es que también se la veía afligida. He tenido muy buena relación con ella, y hoy, aparte de ayudarme a solucionar algunas cosillas, nos hemos sentado a charlar un buen rato, ante nada, sobre mi posible vuelta a Alemania, y que no me preocupase, que todo estaría ahí para cuando decidiera volver. Los amigos, los lugares, todo esperaría mi vuelta en caso de que yo decidiera volver.
Le dije, sin dejar de tratarla de "usted", que para mí era una amiga, y ella riéndose, me dijo, que más bien una segunda madre...
Ahí llega el final de la canción...
Naaaaa, naaaaaa, naaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa.
Maldita obra maestra.
En fin, creo que he cumplido mi objetivo... Todavía tengo que ir al Rechenzentrum para darme de baja, y espero que no me quiten el Internet, porque todavía me queda una semana aquí.
Pablo volverá pronto, según tengo entendido.
En fin, hasta pronto.